Antes de la exposición a los rayos ultravioleta es clave la hidratación de la piel y proteger con un protector solar, en especial la del rostro para evitar el nacimiento de pecas y, en el peor de los casos, el cáncer de piel ¡Prepárate para un bronceado perfecto!
1. Hidratación: Esta mascarilla es tan fácil como ir a la tienda más cercana. Compra yogurt sin azúcar y en lo posible de sabor neutro y espárcelo en tu rostro. Deja que se seque y retíralo con agua tibia.
2. La piel canela soñada: No digamos mentiras. Todas morimos por tener ese tono canela en nuestra piel ¿Sabes cómo hacer para que el sol sea tu mejor cómplice? La respuesta está en activar la melanina de la piel, consumiendo alimentos ricos en antioxidantes como zanahoria, mango, papaya, así como vitaminas A, B, C y E, presentes en el maíz, la soya, el aceite de oliva o en cápsulas, que las puedes conseguir en tiendas naturistas.
Los frutos rojos, como mora, frambuesa, fresa y cereza, gracias a su alto contenido de flavonoides, son una excelente opción.
Tip: Recuerda que el proceso debe hacerse por lo menos dos semanas antes de la exposición solar.
¿Y después?
Justo después de exponernos al sol debemos recuperar la hidratación de la piel y para ello nada mejor que una receta con sábila, reconocida por sus propiedades restauradoras e hidratantes.
Ingredientes:
¼ vaso de leche entera
½ vaso de miel
2 hojas de sábila.
Preparación:
Mezcla la miel y la leche en un recipiente. Toma las hojas de sábila, retírales la cubierta verde y extrae los cristales. Incorpóralos a la mezcla inicial y aplícala sobre la piel.
Si experimentas ardor, enrojecimiento e inflamación, además de la sabila puedes acudir a la caléndula, una poderosa planta desinflamatoria, que tomada en infusión y aplicada directamente sobre la piel afectada te hará sentir alivio inmediato.
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