La decoración de estilo nórdico es propia de Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca. Y nació a principios del siglo XX y que se mantiene hasta la actualidad con algunas variantes. El estilo decorativo adquiere las características que le imprimen los materiales propios de la zona, las artesanías regionales y el paisaje de estas áreas. En este estilo combina los colores neutrales de los paisajes regionales con un aspecto levemente envejecido. El diseño de interiores de estos países está determinado por el clima y la ubicación geográfica.
Como los inviernos son muy prolongados; obligan a que los interiores sean amplios y luminosos, por lo que es primordial el aprovechamiento de la luz natural. Por esta razón, el color dominante es el blanco, se pueden incluir los tonos claros que permitan iluminar las estancias. Los muebles escandinavos son de líneas rectas, puras y limpias que se combinan con curvas suaves que producen ambientes acogedores y equilibrados. Por eso es importante también el uso de los materiales que deben ser en colores claros, maderas de colores claros. Se puede agregar colores vibrantes como el rojo, el azul claro para aportar un toque atractivo del resto de la decoración. Las telas que se utilizan el lino y el algodón, que sirven de soporte a diseños de cuadros o rayas, también para estampados florales con dibujos y fondos claros. La combinación de lo tradicional con lo moderno para lograr ambientes hogareños. Los pisos son de madera en tonos claros y neutrales, para contribuir a la generación de espacios amplios y a la luminosidad de los ambientes. Los accesorios decorativos nórdicos son muy sencillos, los materiales preferidos son la cerámica y el vidrio.
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